Cuidar de uno mismo y de la familia no debería tener consecuencias negativas y nadie debería tener que elegir entre su familia y un sueldo, su salud y su trabajo. Una política nacional de permisos retribuidos proporcionará una red de seguridad para las familias, al tiempo que contribuirá a la recuperación económica.

Estados Unidos está ahora en la mejor posición para implantar una política nacional de permisos pagados para apoyar a las familias trabajadoras. La pandemia ha demostrado que no estábamos preparados, ya que no había forma de garantizar la seguridad laboral cuando un empleado se enfrenta a una emergencia familiar o una circunstancia médica imprevista.

Hace tiempo que se necesita una política nacional de permisos pagados en Estados Unidos. Ahora tenemos una oportunidad única en una generación para aprobar una política nacional de permisos médicos y familiares retribuidos que levante a todos los trabajadores y familias estadounidenses. Si realmente queremos reconstruir mejor, no podemos permitirnos no actuar. La aplicación de la política es la clave para la salud, la estabilidad y la prosperidad a largo plazo de nuestro país.